Cuando llegan fechas señaladas, como un cumpleaños importante, las Navidades, el nacimiento de un nuevo miembro de la familia o en general cualquier acontecimiento que requiera jolgorio, alegría y celebración, hay tres cosas que son obligatorias en la etiqueta social: la comida, la bebida y, por supuesto, los regalos. Los regalos son siempre un quebradero de cabeza, sobre todo si no decidimos hacerlos por nuestra cuenta y porque nos apetece. Si los hacemos en Navidad, por ejemplo, puede que algún año nos pille sin dinero o sin saber qué regalar a alguien que no tenga ya.
Sin embargo, hay una opción en materia de regalo que nunca falla, y es la de los regalos originales personalizados. Todas las Navidades, o bien en el cumpleaños de esa persona, podemos regalar camisetas, pantalones, calcetines, algún dispositivo electrónico, un videojuego, etc. Son regalos bonitos, sí, pero con ellos nos arriesgamos a dos cosas: primero, que ese videojuego, esa película o ese libro ya los tenga, y si intentamos averiguarlo, a lo mejor lo único que conseguimos es cargarnos la sorpresa; y segundo, que los regalos que son una apuesta segura, como la ropa, resulten insípidos.
A menos, claro está, que la camiseta no sea una simple camiseta, sino camisetas personalizadas online con su nombre, una foto que le encante o una imagen de su película favorita. Aunque no solo de ropa y de camisetas viven los regalos personalizados, ya que este tipo de servicios también ofrecen la posibilidad de personalizar una taza, un cojín, una funda de almohada, una libreta, etc. Lo importante es que, si algún año, por el motivo que sea, no sabemos qué regalar, con un regalo de este estilo siempre nos aseguraremos de estar entregando a la persona algo original, algo que nadie más tiene. Normalmente la gente se siente más querida cuando recibe regalos que nadie más tiene.
En definitiva, personalizar un regalo es siempre la opción segura, y también la más bonita, cuando llega la Navidad, cuando la persona cumple años, o sencillamente porque queremos hacerle un regalo especial sin motivo aparente. Nosotros tomamos la decisión final.
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